miércoles, 22 de febrero de 2012

Un nuevo mundo en un espacio común



El ruido de los carros, las diferentes canciones que salen ellos, acompañados del  trancón y cierto ambiente ‘rumba’ que recorre las voces de unos y otros,  denotan que el fin de semana comienza poco a poco sobre la calle 10 de Medellín, que se extiende desde un poco antes  del denominado Éxito del Poblado, hasta el concurrido  Parque Lleras, en su zona más común.

El acoso de aquel que lleva a sus pasajeros y los murmullos que  cuestionan a las personas que transitan el sector, son lugares comunes mientras el recorrido de mis piernas me lleva a otro lugar.   

Adelante el conductor con su bocina quien atormentado por el tiempo que está a punto de marcar en el reloj las 10:30 pm intenta escabullirse en el medio del embotellamiento de autos, al igual que su par, el propietario del vehículo amarillo (taxi) que lleva consigo tres jóvenes: un hombre adelante y dos mujeres atrás, que en medio de la algarabía, desatan risas fuertes que estremecen aun más el ambiente.

Me detengo en uno de los puntos de encuentro de los jóvenes de la ciudad, el Parque del Poblado, reconocido por el ambiente dedicado a las personas que les gusta el Rock y que disfrutan sentarse a conversar con sus amigos a tomar una cerveza  o un coctel.

“¿Quieres comerte el combito 1 que venden doña Patricia y don Juan? Vení vamos amor a comer y luego compramos más cerveza” escucho a una pareja al lado del carrito de comidas rápidas, que desde hace 13 años es el punto predilecto  para mezclar licor con una buena comida rápida.

Doña patricia y don Juan son una pareja que vive de la venta de esta comida y han logrado sacar su familia adelante, dos hombres también vendedores ambulantes, y una hija menor que actualmente está en la universidad.

 “Este parque es mi segundo hogar, acá los muchachos son muy queridos, a mi esposo y a mí nos aprecian porque los tratamos como si fueran nuestros hijos, les llevamos casi todos los caprichos” asegura doña Patricia mientras sirve las butifarras que son su plato estrella.

Los vendedores ambulantes preparan su material de trabajo, el cual llevan cargado en su pecho, “cigarros, cigarros”, es lo que más cantan durante toda la noche porque aseguran que es lo que más se vende.

A las 11 pm hora cumbre en la que no cabe un alma en el centro del parque y que por ende se convierte en la hora de más trabajo don Juan se sienta extenuado, “nuestra jornada comienza a las 3:00 pm, hora en la que salimos de nuestra casa en Manrique (barrio ubicad en la zona nororiental de la ciudad), a las 4:00 pm estamos recogiendo el carrito de ventas, que guardamos en un parqueadero cerca del parque”

El parque es un lugar donde los jóvenes en momentos acompañados, en otros solos, sentados con los pies entrecruzados, y con una cerveza en la mano, dejan deslizar su mirada entre quienes pasan por los maltratados y ya curtidos ladrillos, pertenecientes a la vía por donde se escuchan amigos que cuentan historias y aventuras en cortos resúmenes de lo que fue su semana.

Pantalones ajustados, correas con taches de metal, camisas con imágenes de rockeros y bandas legendarias: “OzzyOsbourne y Gun’s and Roses”, patinetas colgadas de sus mochilas, tatuajes exhibidos en diferentes lugares del cuerpo. Es el común denominador entre todos los que se reúnen en el parque de las libres expresiones…

El Parque del Poblado. Un sitio, un pequeño mundo que se crea de lunes a lunes, desde las 6:00 de la tarde, hasta las 2:00 de la madrugada, que es cuando la policía pide a los jóvenes desocupar el parque, a dejar por ese día, el punto donde muchos relatan, expresan sus ideas de lo que a la juventud de hoy les causa interés.

Desde las 6pm de la tarde cambia un lugar exótico y central por un gran puñado de jóvenes que habitan su espacio, sus aceras y cada centímetro que lo  limita y muestra allí una cara diferente de quienes no tienen prejuicios por los demás.

De Frío a Calor



Juan Pablo, como de costumbre salió a las 11 pm de la casa de Manuela, su novia, rumbo a su hogar, pero esa noche todo fue diferente, pasando por el puente de las brisas el cual enmarca su ruta de regreso a casa.

En medio del inclemente viento que abrazaba la soledad de aquella noche, sintió como el sonido de las llantas de una moto al frenar se posó a sus espaldas, su cuerpo se petrificó, estuvo ausente y aunque intentó moverse no pudo, sintió unas manos que lo rodearon desde atrás, aunque aún desconcertado era claro que algo había pasado.    

Una gruesa voz le gritó “bájese de todo, bájese de todo” con impotencia no pudo hacer más que dejarse quitar las pocas pertenecías que llevaba, un celular Lg vieja generación, un chap stick medicado para la resequedad en los labios y su billetera con no más que papeles que solo le importaban a él.

Ahora pudo moverse y aunque tarde, al menos intentó reaccionar por sus papeles, inservibles para quienes se llevaban sus pertenencias pero de vital importancia para él, “por favor deme al menos mis papeles”, el ladrón solo replicó que se fuera si no quería perder más que sus papeles.

El fuerte viento no dejó ni un segundo el espacio que recorría Juan Pablo, pero en medio del calor que le produjo la resignación, la rabia y la tristeza no tuvo más remedio que dar media vuelta y salir corriendo para conservar su vida.         

El espejo que no podía dormir

Producción fotográfica: Isabel Escobar  








Había una vez un espejo de mano que cuando se quedaba solo y nadie se veía en él se sentía de lo peor, como que no existía y quizá tenía razóN pero los otros espejos se burlaban de él, y cuando por las noches los guardaban en el mismo cajón del tocador dormían a pierna suelta satisfechos, ajenos a la preocupación del neurótico.
Por: Augusto monterroso

Jugando a presentar

Día 1

El sol fue el mejor aliado y Rafael dijo: “Mucha atención, hace pocos instantes un juez, dictó medida de aseguramiento a Inocencio Meléndez por el Carrusel de la Contratación en Bogotá, toda la información la tiene nuestra enviada especial María Jimena Quevedo, quien se encuentra en la Corte Suprema de Justicia, María Jimena cuéntenos ¿Cuál es la situación?”.

María Jimena intentó coordinar sus ideas con un tímido saludo, “muy buenos días Rafael, déjeme contarle que Inocencio Meléndez, es el primer condenado por el Carrusel de la Contratación en Bogotá…” trató de no dejarse ganar por los nervios y terminó su alocución de la manera que mejor pudo. 

Así comenzó el primer Taller de Presentación de Televisión y Reportería dictado por Rafael Poveda en Medellín, durante un fin de semana maratónico que tuvo como guías a Katerine Granados y Carlos Ignacio Cardona de Teleantioquia y Hora Trece Noticias, Juan Diego Alvira y Juan Roberto Vargas de Noticias Caracol, y Juan Fernando Tabares y Camilo Chaparro de Noticias RCN.

“Pónganse un pedazo de cinta en la boca”, dijo Katerine Granados, guía de este segmento. “Para presentar es fundamental el manejo de la respiración, es importante que sepan controlar los nervios y saber expulsarlos, por ejemplo apretando los dedos de los pies”, añadió.

La pantalla chica puede transmitir un sinnúmero de sensaciones, recrear situaciones e informar de algún hecho en particular, pero sobretodo se encarga de llevar  a otro lugar a quienes en casa esperan una imagen que les cuente una historia.

Carlos Ignacio Cardona quien lleva más de 20 años en el medio, primero en la radio, su “gran escuela” y luego la realización de televisión analiza que, “La diferencia de presentar noticias y hacer un programa pregrabado es que estas al aire y se te equivocas, lo corriges sobre la marcha”

Para Juan Diego Alvira, ganador del India Catalina a Mejor Presentador en 2010 “la clave está en contarle un cuento bien contado a la gente, si hay que reír, ría, si hay que estar serios, hágalo, sin descuidar los gestos de su rostro, porque todo comunica”.

Día 2 

María Jimena, frente a las tres luces que encandecían sus ojos, trató de no despegarlos del telepromter, al hablar del asesinato de un bebé de 19 meses de nacido, Juan Diego soltó un grito y no la dejó terminar, “Jimena, esa cara me denota alegría, métase en el cuento, créaselo y vuelva a empezar”.

María Jimena un poco exasperada volvió a intentarlo, esta vez con un tono más fuerte, ahora sí parecía una presentadora de la talla del ganador del India Catalina.

“Tienen 5 minutos para que piense que oso no harían frente a la cámara”, dijo Camilo Chaparro, para dar inicio a su sesión de Reportería y directos. Mónica Rodríguez se aventuró y comenzó a interpretar a Gloria Trevi, “a mí me gusta andar de pelo suelto”, sin importar la cantidad de estudiantes que había en el patio, pasó por su lado y mirando fijamente a la cámara se acercó a Camilo a quien terminó por hacerle un baile casi erótico.  

En la vida como en la presentación, hay que perder el miedo y enfrentar las situaciones que se presenten, el temor es algo muy regular cuando apenas se comienza y es lo primero que hay que dejar a un lado.

“La experiencia que un taller de estos nos da es aprender que la misma vida te da la opción de saber controlar las situaciones que se presenten en un set o en una trasmisión en directo”, fue el balance que hizo como asistente José Daniel Álvarez, Comunicador Social de la Fundación Universitaria Luis Amigó.

Día 3

Ésta fue una oportunidad de inicio para aquellos apasionados por estar delante de las cámaras, por contar historias y por mostrarle a millones de personas que pueden llegar a sus casas para instalarse en sus retinas durante horas.

Para Rafael Poveda, gestor de esta obra de aprendizaje “los objetivos pactados se cumplieron en su totalidad, a partir de ahora cada uno de los chicos que asistió tiene la responsabilidad de continuar su formación y hacerse mejores personas y profesionales”, manifestó emocionado durante la ceremonia de graduación.

Así culminó el primer taller de reporterismo realizado en Medellín, por Rafael Poveda.